Planificación estratégica: qué es, cómo hacerla y ejemplos

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Sybele F.
Sybele F.
Content Manager

La planificación estratégica es un proceso que busca orientar a las empresas para lograr sus objetivos. En él, la organización define las metas a alcanzar, las acciones que debe desarrollar y la disponibilidad de recursos para ello (capital humano, financiero y tecnológico).

La planificación es una actividad constante en la rutina de los administradores de empresas. Algunos de ellos son más específicos, como qué hay detrás de un proyecto de marketing o el desarrollo de un nuevo producto.

Otros son más amplios y abarcan toda la organización, como en la planificación estratégica.

Este proceso implica el análisis de escenarios, la definición y gestión de objetivos y metas, además de establecer un plan de acción e iniciativas concretas.

Hacer la planificación estratégica de una empresa es una forma inteligente de poner a una organización en la dirección correcta para lograr sus objetivos. Conoce más sobre el tema en este artículo.

¿Qué es la planificación estratégica?

La planificación estratégica es un proceso documentado que establece la estrategia a adoptar para que la empresa alcance sus objetivos generales. Por regla general, tiene tres elementos fundamentales: definición de objetivos estratégicos; las iniciativas y tareas a realizar; los recursos necesarios.

Determina lineamientos y acciones fundamentales para que la empresa pueda salir de su posición actual y alcanzar la posición deseada en el corto, mediano y largo plazo, logrando sus principales objetivos en cada paso del camino.

¿Cómo hacer un plan estratégico?

El proceso básico de preparación de un plan estratégico de negocios consta de 5 pasos. Descubre cuáles son y qué se debe hacer en cada uno.

1. Diagnostica el escenario actual y futuro

El primer paso en la elaboración de un plan estratégico es evaluar la fase en la que se encuentra la empresa hoy y reflexionar sobre dónde se espera que esté en los próximos años.

Este es el momento de anticipar las oportunidades y los desafíos que probablemente se encontrarán en el camino. El análisis FODA puede ser una de las metodologías utilizadas para este momento.

Así, será más fácil empezar a pensar en acciones generales que ayuden a hacer el viaje de la mejor manera posible.

2. Determina la misión, visión y valores

La identidad y el posicionamiento de una organización son factores centrales para la elaboración de su estrategia.

La claridad en torno a estos factores ayuda, incluso, a construir un diferencial con relación a la competencia. Por lo tanto, si aún no se ha determinado la misión, visión y valores de la empresa, este debe ser el segundo paso.

La misión es el propósito de la organización, el significado detrás de su existencia. La visión es el futuro que se pretende materializar a través de ella, y los valores son los principios básicos, sobre los cuales deben orientarse todas las actividades y comportamientos de las personas vinculadas a la organización.

imagen de un tablero de ajedrez

3. Establece metas y objetivos

Puedes pensar en la planificación estratégica empresarial como un mapa, que solo es útil si hay un destino claro al que llegar, o destinos intermedios en el camino.

Estos destinos son metas y objetivos.

Vale la pena recordar que las metas son logros más directos, que pueden traducirse más fácilmente en acciones prácticas.

Mientras tanto, las metas son logros más grandes, más amplios, de mediano a largo plazo. Por ejemplo, alcanzar un determinado número de facturaciones anuales es un objetivo o convertirse en el líder en una industria es una meta.

Una vez que tu planificación estratégica comercial esté en su lugar y en marcha, necesitará formas de medir la ejecución de las acciones planificadas y el progreso con respecto a las metas y objetivos.

Por lo tanto, es necesario definir indicadores clave de éxito para medir cuantitativamente las metas. Para esta actividad, la metodología OKR se presenta como un gran aliado.

La elección de los indicadores clave debe estar alineada con los aspectos a evaluar.

Para evaluar la satisfacción y fidelización de los clientes se indica el Net Promoter Score (NPS) y la tasa de evasión de clientes (Churn Rate), por ejemplo.

Ya para la Evaluación del desempeño del negocio, el índice de rentabilidad y el retorno de la inversión (ROI).

4. Define iniciativas para la estrategia y un plan de acción

Finalmente, es momento de delinear las acciones estratégicas que se deben llevar a cabo para alcanzar las metas y objetivos de la planificación estratégica corporativa.

Debido a la naturaleza de este plan, que es más amplio y de más largo plazo, las acciones, por regla general, no son tan detalladas y específicas como las que se describen en una planificación táctica u operativa.

para establecer el plan de acción, puedes utilizar una herramienta conocida como 5W2H, que consiste en responder siete preguntas para delinear acciones:

  • ¿Qué hay que hacer (What)?
  • ¿Por qué debería hacerse (Why)?
  • ¿Quién debe hacer (Who)?
  • ¿Dónde se debe hacer (Where)?
  • ¿Cuándo se debe hacer (When)?
  • ¿Cómo se debe hacer (How)?
  • ¿Cuánto costará hacer (How much)?

5. Rastrea y analiza los resultados

Después del paso anterior, la planificación estratégica empresarial está lista. Sin embargo, el proceso no ha terminado,así que es necesario evaluar la implementación y el progreso.

El seguimiento de los resultados puede revelar que, en el camino, es necesario modificar las acciones. Incluso las metas y objetivos de la organización pueden cambiar.

Por eso, es importante no pensar en el plan como algo inmutable, sino como una herramienta dinámica y flexible que acompaña las transformaciones de la empresa.

Para poner todo esto en práctica, es fundamental tener en cuenta las diferencias entre los conceptos de planificación y cómo deben abordarse. Sigue leyendo.+

Diferencia entre planificación estratégica, táctica y operativa

Los planes estratégicos, tácticos y operativos se diferencian en varios puntos: en las personas de la organización a las que están destinados, en el plazo de los objetivos que pretenden alcanzar, en el grado de especificidad y detalle de las acciones.

Sin embargo, esto no significa que estos tres tipos de planificación no dialoguen entre sí.

De hecho, establecen una relación de complementariedad. En otras palabras, son integrados e interdependientes.

Sin una planificación operativa que permita alcanzar objetivos a corto plazo, no es posible alcanzar los objetivos a medio plazo planteados en la planificación táctica.

Ten en cuenta que si las tareas del día a día no se realizan con eficiencia y calidad, los departamentos y procesos de la organización no pueden evolucionar hacia tus objetivos.

A su vez, sin una planificación táctica que permita alcanzar estos objetivos a medio plazo, tampoco es posible alcanzar los objetivos a largo plazo de la planificación estratégica.

Si los departamentos y procesos no evolucionan, la organización no puedes avanzar para convertir tu visión empresarial en realidad.

foto de un hombre lanzando un dardo al blanco

Planificación estratégica

La planificación estratégica es la que formaliza la visión de futuro de la empresa, además de su misión y valores. También identifica los factores externos e internos que pueden afectar la realización de la visión.

Es importante señalar que, precisamente por tratarse de un plan que aborda la estrategia empresarial, requiere una mayor participación de los responsables de la gestión, aunque es posible involucrar a toda la organización en su desarrollo.

Después de todo, son los gerentes quienes toman las decisiones estratégicas.

Otro punto a destacar es que se trata de un plan a largo plazo. En general, apunta a las metas generales de la organización durante 5 a 10 años. En consecuencia, las acciones que predice no son tan específicas o detalladas.

Planificación táctica

A diferencia de la planificación estratégica, la planificación táctica no cubre toda la organización. Puede estar enfocado en un solo departamento o en un proceso en particular.

Su enfoque está en los empleados de mandos intermedios. Por ejemplo, los directores de departamento.

Ellos son los que toman las decisiones departamentales (o de procesos) del día a día, y la planificación táctica guía esas decisiones.

Además, es un plan a mediano plazo, dirigido a objetivos de 1 a 3 años. Por eso, es posible prever acciones con mayor especificidad y detalle, que conduzcan al logro de estos objetivos.

Planificación operativa

Por último, la planificación operativa está orientada a las tareas, las operaciones de la empresa.

Ningún negocio puede sobrevivir si estas tareas no se manejan de manera inteligente, ya que son las que mantienen los engranajes en marcha.

Como cualquier persona dentro de una organización está involucrada de alguna manera en sus operaciones, esta planificación no se limita a los tomadores de decisiones. Por el contrario, abarca a todos los empleados.

Es un plan a corto plazo, es decir, enfocado a metas de 3 a 6 meses. Por cierto, tener objetivos claros es fundamental para elaborar una adecuada planificación operativa.

Las acciones previstas están muy bien delimitadas, para que puedan ser aplicadas con asertividad.

Beneficios de la planificación estratégica

La planificación estratégica requiere tiempo y, sobre todo, reflexión. Aún así, la elaboración de este proceso vale la pena, ya que trae importantes ventajas para el negocio.

Mira las principales razones para dedicarse a esta tarea:

1. Da a todos una visión clara de la empresa

La planificación estratégica no está solo en manos del gerente. Llega a todos los que forman parte de la organización.

Al tener contacto con este documento, los empleados comprenden mejor la identidad de la empresa, sus objetivos y la perspectiva que adopta para alcanzarlos.

Como resultado, hay una mayor alineación entre los profesionales y la empresa. La tendencia es que los empleados trabajen más estrechamente entre sí y también dirijan sus esfuerzos para apoyar el avance de la estrategia comercial.

2. Transforma estrategias en acciones concretas

A menudo, el empresario cree que la planificación estratégica no es necesaria, ya que tiene una idea de su estrategia para el negocio.

Sin embargo, es en el plan que esta estrategia se traduce en acciones concretas.

Todavía hay quienes señalan que, aún sin planificación estratégica, es posible alcanzar los objetivos y llevar a la empresa a la posición deseada.

Aunque incluso es posible, la planificación sirve como un mapa, lo que hace que los esfuerzos del gerente y su equipo de empleados sean más específicos y asertivos.

Por lo tanto, aumenta la eficiencia y reduce el tiempo necesario para alcanzar los objetivos de crecimiento de su negocio.

3. Integra toda la organización

Ya se ha visto que uno de los beneficios de la planificación estratégica es garantizar que todos los empleados comprendan mejor la organización. Sin embargo, en una situación ideal, los profesionales no solo tendrán acceso al plan, sino que participarán en su elaboración.

En consecuencia, el proceso de planificación estratégica es una valiosa oportunidad de integración entre todos los miembros de la organización.

Abre las puertas para que estos profesionales expresen su propia perspectiva sobre la mejor manera de lograr los objetivos de la empresa.

Vale la pena recordar que este intercambio de ideas, además de aumentar el compromiso del equipo, es muy beneficioso para la innovación dentro de la empresa.

Pueden surgir estrategias innovadoras al combinar las perspectivas de profesionales con diversas experiencias, antecedentes e historias personales.

4. Ofrece una ventaja competitiva

Las empresas que cuentan con una planificación estratégica tienen ventaja sobre sus competidores que no se han dedicado a esta tarea.

Como hemos dicho, la planificación estratégica es como una brújula.

Por lo tanto, puedes entender mejor esta dinámica pensando en la siguiente metáfora: la empresa que tiene una planificación estratégica está en un barco que navega siguiendo un mapa y una brújula. Es más probable que llegue a su destino rápidamente.

Mientras tanto, la empresa que no tiene esta planificación es como un barco sin brújula, que puede terminar dando vueltas en círculos. Depende mucho más de la intuición y la suerte para lograr sus objetivos.

El nivel de control del gerente sobre los resultados es considerablemente menor. Este barco también tiene mayor riesgo de tomar la dirección equivocada y terminar hundiéndose.

Para repasar los conocimientos de este artículo,Enfatizamos las dos preguntas principales sobre el tema en las preguntas frecuentes a continuación:

¿Cuáles son los cuatro pasos de la planificación estratégica?

Las 4 etapas de la planificación estratégica son: 1. Diagnóstico del escenario actual y futuro; 2º Definición de la misión, visión y valores; 3.º Definición de metas y objetivos; 4º Plan de acción e iniciativas.

¿Qué es la planificación estratégica?

La planificación estratégica es un proceso que busca orientar a las empresas para lograr sus objetivos. En él, la organización define las metas a alcanzar, las acciones que debe desarrollar y la disponibilidad de recursos para ello (capital humano, financiero y tecnológico).

¿Listo para seguir tu planificación estratégica?

La planificación estratégica no es una tarea puntual, acompaña la evolución de la organización. También puede – y debe – ser revisada en el tiempo, para incorporar cambios en la perspectiva del gerente y su equipo, en los objetivos del negocio e incluso en la dinámica del mercado.

Con una planificación bien elaborada, te da dirección a la organización y se asegura de que tengas más posibilidades de éxito en el mercado, en comparación con los competidores. Y, para que estas posibilidades sean aún mayores, es importante que la innovación también esté presente.

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